En verano, tu piel cambia. La exposición solar, el calor, el sudor y la humedad alteran su equilibrio natural. Por eso, es esencial adaptar tu rutina facial para mantenerla fresca, protegida y saludable, evitando brotes, manchas o deshidratación.
Paso a paso de una buena rutina facial veraniega:
- Limpieza suave pero efectiva: por la mañana y por la noche. Usa geles limpiadores sin sulfatos que respeten el pH de la piel.
- Tónico refrescante: mejor si es sin alcohol y con ingredientes calmantes como aloe vera o agua de rosas.
- Sérum antioxidante: vitamina C, ácido ferúlico o niacinamida ayudan a prevenir el daño solar y unificar el tono.
- Hidratación ligera: geles o emulsiones oil-free, con ácido hialurónico o glicerina.
- Protección solar SPF 50: obligatorio cada mañana, incluso en días nublados. Reaplica cada 2-3 horas si estás al aire libre.
- Exfoliación suave semanal: evita productos abrasivos, opta por exfoliantes enzimáticos o suaves para mantener la piel libre de impurezas.

También puedes añadir a tu rutina diaria:
- Brumas refrescantes para aplicar a lo largo del día.
- Contorno de ojos con efecto frío para desinflamar y revitalizar la mirada.
- Mascarillas calmantes una vez a la semana para devolver el confort a la piel.
Complementa tu rutina con tratamientos profesionales:
- Limpiezas profundas para eliminar impurezas y prevenir brotes.
- Hydrafacial para combinar limpieza, hidratación y luminosidad.
- Mascarillas LED para calmar, regenerar y equilibrar la piel.
- Tratamientos para labios y contorno de ojos, que sufren especialmente con el sol.
Recuerda que la constancia es clave. Una buena rutina facial diaria, combinada con tratamientos en cabina, es la fórmula ideal para una piel sana y radiante durante el verano. Y si no sabes por dónde empezar, en Liuva Beauty te asesoramos encantadas.
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